Receta para un gran primer día:
Prepara tu uniforme y, antes de acostarte, abrillanta tus zapatos. Frótalos, como lo hacía Aladino con su lámpara. Cierra los ojos y pide tus deseos. Vete a dormir y espera, como en la Noche de Reyes, a ver qué sorpresas te trae el primer día del curso.
Y no te olvides de estrenar tu mejor sonrisa.
Deja una respuesta